La automedicación es una práctica común que se puede definir como el uso de medicamentos sin una prescripción médica adecuada.
A automedicación Es una práctica muy común entre las personas, ya sea por la dificultad para conseguir una cita médica o incluso por la creencia de que conocemos nuestro cuerpo y que no necesitamos pruebas para identificar la enfermedad. Por lo general, la persona que usa medicamentos de venta libre ya ha tenido síntomas similares o fue guiada por amigos, familiares e incluso farmacéuticos.
Aunque la automedicación es muy común, muchas personas no comprenden el riesgo que entraña esta práctica.. Al tomar la medicación sin consejo médico, podemos poner en riesgo nuestra salud, ya que no sabemos si realmente tenemos una determinada enfermedad o si la dosis es la correcta.
El riesgo de automedicación es aún mayor en mujeres embarazadas, que pueden fácilmente perder al bebé o malformación. Incluso las mujeres embarazadas deben evitar los tés y otros productos naturales, ya que una gran cantidad de estas sustancias no tienen eficacia probada en pruebas de laboratorio, y muchas son abortivos peligrosos.
Algunos medicamentos se venden en farmacias sin receta, como medicamentos para la gripe, dolor de garganta y fiebre. Estos productos, como se utilizan para tratar problemas sencillos, tienen su venta aprobada por las autoridades sanitarias. Lamentablemente, la comercialización liberada hace que, en la mayoría de los casos, se utilicen de manera inapropiada, en dosis elevadas y no siguiendo estrictamente lo recomendado por el fabricante, lo que puede ocasionar daños irreparables en el cuerpo del paciente e incluso la muerte.
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Además de todos los problemas causados al organismo, el uso indiscriminado de medicamentos puede dificultar el diagnóstico de una enfermedad. Al tener algo síntomas enmascarados por las drogas, las enfermedades acaban por descubrirse tarde y pueden haber causado ya graves daños, lo que dificulta el tratamiento.
Otro punto que merece ser destacado es el uso abusivo e inadecuado de antibióticos, que acaba seleccionando cepas bacterianas resistentes y generando superbacterias. Estas cepas resistentes son extremadamente difíciles de controlar con antibióticos tradicionales, lo que lleva a muchas personas a la muerte, especialmente en los hospitales, donde son responsables de infecciones hospitalarias devastadoras.
Por lo tanto, podemos ver el importancia de concienciar a toda la población de los riesgos de la automedicación y de no seguir correctamente la información proporcionada por un médico. Recuerde que solo este profesional está calificado para diagnosticar y recetar medicamentos.
Por Ma. Vanessa dos Santos