Los linfocitos tienen un núcleo esférico grande, aparecen inicialmente en la médula ósea y son responsables de la respuesta inmunitaria del cuerpo.
El virus del VIH destruye los linfocitos T4, comprometiendo la defensa del cuerpo
La sangre está formada por dos tipos de células: eritrocitos Donde glóbulos rojos, que llevar oxígeno, y los leucocitos Donde globulos blancos, responsable de defensa del organismo. Hay varios tipos de glóbulos blancos, como linfocitos, que corresponden a aproximadamente el 20% al 30% del total de leucocitos.
Características de los linfocitos
Los linfocitos tienen un núcleo esférico grande, aparecen inicialmente en la médula ósea y son responsables de la respuesta inmunitaria del cuerpo. Algunos migran al timo y difieren en objetivo T, y los que permanecen y maduran en la médula se diferencian en células B. Esta diferenciación contribuye al aumento de respuesta inmune del cuerpo, ya que cada linfocito tiene receptores específicos en sus membranas y son responsables de reconocer la antígeno (agente o sustancia desconocida) que se les presente y haga la defensa.
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Células T Donde Linfocitos T: después de pasar por el timo, se trasladan al sistema linfático, donde podrán luchar contra los antígenos. Los linfocitos T se dividen funcionalmente en linfocitos T auxiliares o auxiliares (LTh), linfocitos T citotóxicos (LTc) y linfocitos T supresores (Lts).
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Células B Donde Linfocitos B: desde la médula, migran a los tejidos linfáticos, donde se diferencian en células plasmáticas y, si entran en contacto con algún antígeno, comienzan a producir anticuerpos.
Curiosidad: El virus que causa el SIDA actúa en el cuerpo humano infectando los linfocitos T4. Este proceso da como resultado la destrucción de estos linfocitos, comprometiendo así las defensas del organismo, lo que puede provocar la muerte del paciente como consecuencia de otras infecciones.