Enfermedades sexualmente transmisibles (ETS) se transmiten a través del contacto sexual con una persona infectada sin la protección adecuada. Cualquier tipo de relación, ya sea anal, oral o vaginal, puede provocar una ETS.
Por lo general, las ETS tienen síntomas como ardor al orinar, secreción, picazón, llagas, ampollas y verrugas en la región genital. Sin embargo, es de destacar que cada enfermedad tiene un síntoma diferente, algunos de los cuales son incluso asintomáticos. Solo una evaluación médica puede confirmar un diagnóstico.
Entre las principales ETS, podemos mencionar:
– SIDA
– Cáncer de topo
– clamidia
– Gonorreia
– Donovanose
– Condiloma agudo
– Hepatitis viral
– herpes
– Sífilis
– Tricomoníase
La forma más eficaz de prevenir una ETS es usar condón en todas las relaciones sexuales. También es importante. tratar al paciente, reducir el número de parejas y nunca compartir materiales como agujas y jeringas. Dado que algunas enfermedades se transmiten en el momento del parto, es importante resaltar la importancia de una cuidado prenatal estricto.
Otro punto importante es no parar nunca advertir a la pareja sobre una ETS, ya que esto evita que tiene complicaciones como consecuencia de la enfermedad, además de interrumpir el ciclo de transmisión. Si la pareja no es consciente de la enfermedad y, por tanto, no recibe el tratamiento adecuado, existe un grave riesgo de reinfección.
Por lo general, las ETS son motivo de vergüenza para el portador, que evita buscar un médico para que se ocupe del asunto. Desafortunadamente, un tratamiento incorrecto o tardío puede desencadenar problemas más graves, como infertilidad, cáncer y, en algunos casos, muerte.
En vista del creciente número de personas infectadas con enfermedades de transmisión sexual, hemos separado una sección que traerá diversa información sobre estas enfermedades. Destacaremos los agentes causantes, los síntomas, el tratamiento y, sobre todo, la prevención.
¡Feliz lectura y cuidado!
Por Ma. Vanessa dos Santos