El ecosistema es un conjunto de poblaciones que viven en una determinada región e interactúan entre sí y con el medio ambiente.

Cuando el tema es Ecología, a menudo usamos la palabra ecosistema. A pesar de formar parte de nuestro vocabulario, muchas personas no comprenden el significado real de este término.
Podemos definir ecosistema como un conjunto de organismos que viven en un determinado lugar e interactúan entre sí y con el medio, formando un sistema estable. Cada ecosistema está formado por varias poblaciones de diferentes especies, constituyendo así una comunidad.
La Selva Amazónica con todas sus plantas, animales, clima, tipos de suelo y ríos forma un ecosistema. Un pequeño jardín, un acuario y un lago, por ejemplo, también forman ecosistemas, ya que, en estos lugares, hay organismos vivos que interactúan con el medio en el que viven.
Podemos dividir el ecosistema en dos componentes básicos: bióticos y abióticos.
Los componentes bióticos de un ecosistema son los seres vivos, como plantas, animales y microorganismos. Podemos dividir estos componentes en dos grupos principales: los organismos autótrofos y heterótrofos. Los primeros producen su propio alimento mediante procesos de fotosíntesis y quimiosíntesis, mientras que los heterótrofos son consumidores y descomponedores.
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los componentes abióticos, a su vez, son aquellos factores no vivos, como la luz, la temperatura, los nutrientes, el suelo y el agua. Aunque no le damos mucha importancia a los factores abióticos cuando pensamos en un ecosistema, son fundamentales para la supervivencia de los organismos. Entre estos componentes, podemos destacar la radiación solar, que permite el proceso de fotosíntesis por parte de seres fotosintéticos. Además, el agua y la temperatura también juegan un papel importante en la supervivencia de los organismos.
Para facilitar la comprensión y la enseñanza, los ecosistemas a menudo se dividen en dos grupos: lo acuático y lo terrestre. Entre los ecosistemas terrestres, podemos mencionar bosques, desiertos, campos, sabanas, entre otros. Como ejemplos de ecosistemas acuáticos, podemos mencionar ríos, mares, océanos y lagos.
Curiosidad: ¿Sabías que una pequeña gota de agua puede ser un ecosistema? Si pensamos que en esta gota puede haber una comunidad de microorganismos que interactúan con el entorno en el que se encuentran, podemos decir que es un ecosistema pequeño.
Por Ma. Vanessa dos Santos