Lisosomas. Lisosomas y digestión intracelular

Los lisosomas son orgánulos que tienen una gran cantidad de enzimas digestivas en su interior.

Los lisosomas son orgánulos membranosos ricos en enzimas digestivas.
Los lisosomas son orgánulos membranosos ricos en enzimas digestivas.

La célula tiene varios orgánulos que trabajan juntos para que funcione correctamente. Entre estos orgánulos, el lisosomas, estructuras membranosas, redondeadas y ricas en enzimas digestivas que fueron descritas por primera vez en la década de 1950.

Este orgánulo tiene una multitud de enzimas capaces de digerir las más variadas sustancias, entre ellas podemos destacar las lipasas, proteasas, nucleasas, fosfolipasas y fosfatasas. En vista de esta característica, los lisosomas están estrechamente relacionados con las funciones heterofágicas y autofágicas de la célula.

Las enzimas que se encuentran dentro de los lisosomas son producidas por el retículo endoplásmico rugoso y luego enviadas al complejo golgiense, donde se almacenan en pequeñas vesículas. Estas vesículas se desprenden del complejo de Golgi y dan lugar a lisosomas.

Tan pronto como se liberan del complejo de Golgi, los lisosomas se denominan lisosomas primarios. Cuando inician su acción digestiva, cuando se unen a los fagosomas o pinosomas, se denominan lisosomas secundarios o vacuolas digestivas.

Este orgánulo es fundamental en los procesos de fagocitos y pinocitos, en el que la célula captura partículas a través de proyecciones citoplasmáticas (pseudópodos) para su nutrición o para destruir posibles agentes nocivos. En este proceso, luego de capturar la sustancia con pseudópodos, se forma el fagosoma (fagocitosis) o el pinosoma (pinocitosis), que consiste en una especie de bolsa con la partícula ingerida en su interior. Los lisosomas se unen a los fagosomas o pinosomas para formar vacuolas digestivas y llevar a cabo la digestión del material. Lo que no es absorbido por la célula permanece dentro de la vacuola y se llama cuerpo residual, que luego será eliminado.

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Además de este proceso, los lisosomas también llevan a cabo el proceso de autofagia, es decir, la digestión de partes de la propia célula. Este fenómeno es importante para eliminar algunas estructuras que ya están desgastadas o para reutilizar algunos componentes.

Los lisosomas pueden descomponerse dentro de la célula en un proceso que se conoce con el nombre de autolise. Cuando se descompone, este orgánulo libera enzimas que destruyen la célula. Este fenómeno se puede observar en la cola del renacuajo, que desaparece gradualmente durante el proceso de metamorfosis.

Otra función de los lisosomas está relacionada con la destrucción de sustancias extracelulares, en las que se liberan enzimas digestivas al exterior de la célula. Este fenómeno ocurre, por ejemplo, para regular los niveles de calcio en sangre, cuando se liberan enzimas que descomponen áreas de la matriz ósea.

Por Ma. Vanessa dos Santos