La presión arterial es la presión que la sangre ejerce sobre nuestras arterias. Su valor ideal es 120/80 mmHg.

El corazón es el órgano muscular encargado de bombear sangre a nuestro cuerpo. Cuando se empuja la sangre, termina ejerciendo cierta fuerza contra las paredes de las arterias. Esta fuerza se llama presión arterial y se puede definir como la presión que ejerce la sangre circulante sobre las paredes de nuestras arterias.
Los valores normales de presión arterial están determinados por acciones del sistema nervioso, el sistema cardiovascular y los riñones. Las alteraciones en estos sistemas y órganos pueden cambiar la presión arterial y causar problemas como presión arterial alta.
→ ¿Cuáles son los valores normales de presión arterial?
Al analizar la presión arterial, notamos que está formada por dos números. El primero, que es el valor más alto, representa el presión sistólica, es decir, la presión de la sangre cuando se bombea al cuerpo. El valor menor es el presión diastólica y representa la presión a medida que el corazón se relaja entre latidos. Estos valores se miden en milímetros de mercurio.
Una presión considerada ideal es aquella que se encuentra con valores de 120/80 mmHg. En pacientes con diabetes y problemas renales, lo ideal es que la presión sea inferior a 130/80 mmHg.
Cuando los valores superan los 140 / 90mmHg decimos que el paciente tiene hipertensión, un problema grave que puede derivar en infartos, ictus e insuficiencia renal. La hipertensión puede desencadenarse, por ejemplo, por obesidad, sedentarismo, mala alimentación, ingesta excesiva de sal, tabaquismo y alcoholismo.
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Vale la pena señalar que la presión arterial puede variar considerablemente según el estado del paciente. Entre los factores que pueden alterar temporalmente la presión arterial, podemos citar a ejercicio, emociones fuertes, consumo de alcohol, dolor y edad.
→ ¿Cómo se mide la presión arterial?
La presión arterial se puede medir de diferentes formas, como la técnica auscultatoria con esfigmomanómetro de columna de mercurio o aneroide o incluso dispositivos semiautomáticos digitales. Actualmente se advierte con mayor frecuencia el uso de equipos aneroides y semiautomáticos.
A pesar de ser relativamente sencillo, antes de medir la presión arterial se debe realizar una valoración de algunos criterios. Primeramente, Hay que asegurarse de que el paciente esté tranquilo. y en un ambiente con una temperatura agradable. Se recomienda que descanse al menos cinco minutos. También se debe comprobar si el paciente tiene la vejiga vacía, no ha hecho ejercicio en las últimas horas y no ha tomado bebidas alcohólicas ni café. Además, no debe haber comido ni fumado en la última media hora.
Además de estas recomendaciones, es importante que el paciente esté posicionado correctamente. Idealmente, debería estar sentado, sin cruzar las piernas, los pies en el suelo y la espalda apoyada en el respaldo de la silla. El brazo debe colocarse al nivel del corazón, el codo debe estar ligeramente doblado y la palma de la mano debe estar hacia arriba.
Por Ma. Vanessa dos Santos