El mecanismo de retroalimentación se puede definir como una serie de respuestas presentadas por el cuerpo a algún cambio en uno de sus componentes.

El mecanismo de realimentación, también llamado mecanismo de retroalimentación, corresponde a un conjunto de respuestas que produce nuestro organismo ante cualquier cambio. Para funcionar perfectamente, el cuerpo humano cuenta con una serie de mecanismos esenciales, como mecanismos de realimentación positivo y negativo.
Tabla de contenidos
→ Realimentación negativo
O realimentación La retroalimentación negativa o negativa es uno de los mecanismos más importantes para mantener la homeostasis de nuestro cuerpo, es decir, para el equilibrio interno.. Este mecanismo garantiza un cambio opuesto con relación al cambio inicial, es decir, produce respuestas que reducen el estímulo inicial.
Así, si una variable presenta un valor por debajo o por encima de lo normal, el cuerpo intentará aumentar o disminuir este valor, respectivamente. Las vías hormonales, por ejemplo, tienen como principal regulación la realimentación negativo.
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→ Ejemplos de realimentación negativo
El mecanismo de realimentación negativo se puede observar en varias situaciones, una de las cuales O aumento de dióxido de carbono en el cuerpo. Sabemos que los seres humanos son capaces de contener la respiración por un tiempo, sin embargo, después de un tiempo, los mecanismos involuntarios nos obligan a respirar. En el momento en que respiramos, se produce un intercambio de gases que oxigena adecuadamente el cuerpo.
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Al darse cuenta de que los niveles de dióxido de carbono aumentaron en el cuerpo, los centros de control de la respiración, formados por circuitos neuronales en la médula, actúan de manera más efectiva, asegurando un aumento de la frecuencia respiratoria. Así, se produce una mayor eliminación de dióxido de carbono y, en consecuencia, una mayor oxigenación del organismo, haciendo que el organismo vuelva al equilibrio.
El aumento de los niveles de glucosa en sangre conduce a la liberación de insulina, que actúa para reducir estos niveles.
Otra situación que merece ser destacada es la regulación de la cantidad de glucosa en la sangre. Un aumento o descenso exagerado de los niveles de azúcar puede desencadenar problemas en el organismo, por lo que es fundamental mantener los niveles dentro de los valores ideales.
Cuando comemos, el nivel de glucosa en sangre aumenta, lo que hace que se produzca más insulina. Esta hormona asegura que las células absorban la glucosa y almacenen su exceso como glucógeno, reduciendo así los niveles de azúcar en sangre. Cuando se produce una reducción de los niveles de glucosa, la insulina deja de liberarse.
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Cuando los niveles de azúcar están por debajo de lo normal, se secreta glucagón. Esta hormona, a diferencia de la insulina, libera glucosa que se almacena en forma de glucógeno, lo que hace que los niveles de esta sustancia aumenten en la sangre. Por tanto, a medida que aumentan los niveles de glucosa, se detiene la secreción de glucagón.
Las hormonas producidas por glándula tiroides también están regulados por el mecanismo de realimentación negativo. Cuando los niveles de estas hormonas caen por debajo de los niveles normales, el hipotálamo secreta TRH, que se transporta a la glándula pituitaria, estimulando la producción de TSH. Como la TSH estimula la liberación de hormonas de la glándula tiroides, hay un aumento de las hormonas tiroideas, bloqueando la liberación de TRH y, en consecuencia, de TSH por la adenohipófisis.
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→ Realimentación positivo
El mecanismo de realimentación retroalimentación positiva o positiva ocurre en una cantidad menor en comparación con el mecanismo de realimentación negativo. O realimentación positivo, a diferencia del negativo, garantiza el aumento del estímulo que provoca el desequilibrio, reforzándolo. Desse modo, nem siembre o realimentación positivo es beneficioso, desencadenando, en algunos casos, efectos nocivos para el organismo.
En el momento del parto, el refuerzo del estímulo es importante para favorecer el nacimiento del bebé.
→ Ejemplos de realimentación positivo
Aunque ocurre en una cantidad menor que la negativa, la realimentación positivo también juega un papel importante en nuestro cuerpo. Uno de los ejemplos más conocidos es el momento del parto. Cuando el bebé está a punto de nacer, el cuello uterino se estira, lo que estimula la liberación de oxitocina. Esta hormona aumenta las contracciones del útero, lo que aumenta el estiramiento del cuello uterino, provocando una mayor liberación de oxitocina. En este caso, se refuerza el estímulo, dando lugar al nacimiento del bebé.
También se observa retroalimentación positiva en las glándulas mamarias, que secretan leche en respuesta a la cantidad de oxitocina liberada. Cuanto más oxitocina, más leche se produce.
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Como se dijo anteriormente, no todos los ejemplos de realimentación positivos son beneficiosos. Cuando hay una pérdida excesiva de sangre, por ejemplo, la frecuencia cardíaca puede verse comprometida. Con esto, hay una caída de presión y una reducción en la cantidad de sangre que llega al corazón, lo que hace que este órgano se debilite y bombee cada vez menos sangre. En este caso, se producirá la muerte del individuo, porque, en cada momento, el corazón se debilitará.
→ Cuál es la diferencia entre realimentación ¿positivo y negativo?
ambos realimentación Tanto lo positivo como lo negativo son extremadamente importantes para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Sin embargo, estos dos mecanismos difieren. En el realimentación negativo, el cuerpo produce una respuesta que reduce el estímulo inicial, ya en el realimentación positiva, la respuesta refuerza el estímulo. Estos dos mecanismos ocurren en situaciones diferentes, siendo el realimentación los negativos se observan más en el organismo que los positivos.